Esta capacidad no solo brinda a las empresas la oportunidad de abordar problemas de manera proactiva, sino que también facilita una mejora continua en la calidad del servicio.

Al facilitar la comunicación directa entre tu negocio y el cliente puedes conviertirlo en una herramienta esencial para establecer conexiones significativas y garantizar que las acciones tomadas estén alineadas con las expectativas y necesidades del cliente.